Muchas veces cuando tomamos la temperatura de los niños, estos se mueven y no nos permite medirla correctamente o tenemos que hacerlo repetidas veces para estar seguros si tienen fiebre o no.
Por eso pensamos en un brazalete donde se pueda enganchar el termómetro y que se ate al hombro del niño, de esta manera, aunque el niño se mueva el termómetro permanecerá en su lugar y nos permitirá medir la temperatura en menos tiempo y en forma segura.